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MALVESTITI MARISA Y FARRO MÁXIMO, DOCUMENTOS INÉDITOS EN LENGUAS FUEGOPATAGÓNICAS (1880-1950), VIEDMA, EDITORIAL UNRN, 2023

Mayra Julieta Sánchez*

mayrajulietasanchez@gmail.com

Universidad Nacional de Formosa

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Documentos inéditos en lenguas fuegopatagónicas (1880-1950), compilado por Marisa Malvestiti y Máximo Farro, es una obra que rescata y pone en valor dieciséis fuentes documentales relacionadas con las lenguas indígenas de la región de la Patagonia y Tierra del Fuego. Estas lenguas, que incluyen el mapuzugun, gününa yajüch, aonekko ’a’ien (tehuelche), teushen, selk’nam, haush, yagan y kawésqar, fueron históricamente segregadas y la recuperación de registros antiguos es muy importante para su revitalización y preservación.

La obra se estructura en diecisiete capítulos, escritos por catorce autores que examinan diferentes documentos sobre estas lenguas, así como las condiciones en las que se llevaron a cabo esos registros. La obra cubre el período desde fines del siglo XIX hasta mediados del XX, y destaca la importancia de las redes de investigación y comunidades involucradas en la documentación.

Cada capítulo presenta un esquema que incluye la autoría y referencia a los coproductores indígenas del registro original, la localización geográfica de esos textos, el contexto de producción, una descripción de la fuente, un análisis de los datos lingüísticos por parte de los autores de los capítulos, y la transcripción de los manuscritos, vocabularios y/o frasearios.

En la introducción, los compiladores hacen énfasis en aspectos clave de las prácticas documentales de la época. Analizan los instrumentos y diferentes formas en que se generaron los textos, proporcionando un panorama completo del proceso de documentación. También ofrecen una descripción de las agencias que emprendieron la recopilación de los materiales producidos por Bartolomé Mitre, Tomás Harrington, Pablo Groeber compilados en esta obra. Otros documentos formaron parte de expediciones y misiones religiosas como, por ejemplo, las misiones salesianas y anglicanas. Además, el trabajo incluye manuscritos de figuras destacadas como Samuel Lafone Quevedo y Roberto Lehmann-Nitsche.

El primer capítulo, de Sofía de Mauro, se centra en la correspondencia entre Thomas Bridges (misionero anglicano) y Bartolomé Mitre, depositada en el Archivo del Museo Mitre, en la que se evidencia el interés del misionero por la lengua yagan. La autora analiza las condiciones de producción y las técnicas de escritura utilizadas. Observa que algunas notas marginales y tachaduras permiten ver el proceso de contextualización del documento.

En el segundo capítulo, Marisa Malvestiti y Pedro Viegas Barros analizan el vocabulario comparado de las lenguas ona-yahgan-alakaluf, ubicado en el Archivo Histórico del Museo de La Plata, elaborado por el Dr. Carlos Spegazzini durante una expedición científica en 1881-1882. Los autores del capítulo ofrecen una transcripción integral de una copia del material realizada por Samuel Lafone Quevedo.

Los capítulos tres a seis están dedicados a la documentación existente sobre la lengua ona, poco explorada hasta ahora. Se presenta un recorrido detallado de diversas recopilaciones y contextos históricos que reflejan la complejidad de los documentos. En el capítulo tres, Joaquín Bascopé Julio y Verónica Domínguez exploran el vocabulario de Lucas Bridges y hablantes ona en contexto de guerras, que se encuentra en el Fondo Lafone Quevedo del Museo de La Plata. Este capítulo destaca la importancia de un manuscrito que proporciona información valiosa sobre la interacción lingüística en un entorno de conflicto. Además, se discuten las decisiones tomadas durante la elicitación en terreno y la transcripción del manuscrito original para su publicación.

En el capítulo cuatro, Joaquín Bascopé Julio y María Andrea Nicoletti editan manuscritos del salesiano Giovanni Zenone sobre la lengua ona y microfotografías del Archivo Histórico Salesiano. Los manuscritos constan de un diccionario con 610 entradas, un fraseario ona-español con 44 entradas y la traducción del Padre Nuestro. Esta documentación muestra el contexto de reclusión y vigilancia bajo el cual se realizó la recopilación de datos.

En el capítulo cinco, Marisa Malvestitti y María Andrea Nicoletti presentan la edición de un vocabulario de 353 palabras ona, recopiladas por Fortunato Griffa (sacerdote salesiano), que se encuentra en el Archivo Histórico Salesiano. Este capítulo es significativo por el análisis gramatical que realizan las autoras en torno a varias categorías señaladas por Griffa.

Las mismas autoras examinan, en el capítulo seis, un documento inédito perteneciente a Sor Rosa Gutiérrez, religiosa del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, que se estableció en la Misión de la Candelaria en Río Grande,Tierra del Fuego. Los manuscritos ubicados en el Archivo Histórico Salesiano, además de la riqueza léxica, muestran el vínculo entre la lengua ona y la influencia misionera.

El capítulo siete, de Marisa Malvestitti y otros, ofrece la edición del vocabulario comparado italiano, ona, alacaluffo y tehuelche que se encuentra alojado en el Archivo Histórico Salesiano. El manuscrito es producto de campañas de registro lingüístico marcadas por la misión salesiana entre fines del siglo XIX y principios del siglo XX.

Los capítulos ocho y nueve se centran en documentos sobre el günün a yajüch. El primero focaliza en la perspectiva de Francisco Pascasio Moreno, quien anotó un vocabulario en sus primeras expediciones al norte de la Patagonia con hablantes nativos. El capítulo nueve se centra en un trabajo sistemático y comparativo de Lafone Quevedo con un coproductor “manzanero” (grupo bilingüe mapuzungun-günün a yajüch) que se encuentra en el Museo de La Plata. Este es un vocabulario que consiste en 116 expresiones, comparadas con otras fuentes del siglo XVIII y XIX, con un análisis morfológico, léxico y discursivo.

Por su parte, los capítulos diez y once analizan registros del tehuelche, ahonekenke ó tsoneca que se hallan en el Archivo Histórico del Museo de La Plata. En el diez, Máximo Farro y Sofía De Mauro se centran en el vocabulario castellano, tehuelche, ahonekenke ó tsoneca recogido por Lafone Quevedo. Este capítulo revela la colaboración de actores locales en la recopilación, y se alude a cuestiones geopolíticas y diplomáticas epocales, incluyendo disputas territoriales con Chile. En esta línea, en el capítulo once, Máximo Farro y Pedro Viegas Barros analizan una tabla comparativa inédita del castellano/tehuelche-ahonekenke ó tsoneca, elaborada por el naturalista Carlos Burmeister en expediciones realizadas en Cañadón Quemado y Puerto Santa Cruz, en compañía de coproductores tehuelches, silenciados en las escenas de documentación. Se destaca la meticulosa comparación morfosemántica y léxica entre términos españoles y su equivalente en las lenguas. Los autores interpretan errores de registro e influencias estandarizadas en la elaboración de la tabla comparativa.

Máximo Farro y Marisa Malvestitti, en el capítulo doce, reconstruyen el vocabulario tehuelche, tehues, pampa, araucano, a partir de datos dispersos en diferentes registros de Carlos Ameghino y coproductores, Lehmann-Nitsche, y copia de manuscritos ubicados en el Instituto Iberoamericano de Berlín, Alemania. Los autores del capítulo ofrecen un vocabulario comparado subrayando variaciones gráficas y semánticas entre las fuentes consultadas.

Los capítulos trece a quince presentan manuscritos con registros lingüísticos y toponimia. En el trece, Marisa Malvestitti analiza textos araucanos recopilados por un hablante llamado Nahuelpi y Roberto Lehmann-Nitsche en el Museo de La Plata en 1901. El capítulo culmina con la transcripción y traducción al castellano de 345 diálogos.

A continuación, Rodrigo de Miguel, Máximo Farro y Sofía Tamara Bianchi examinan una carta histórica de Pablo Groeber a Rodolfo Lenz en 1923, ubicada en el Archivo del Departamento de Francés, Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, Chile. En ella se recopilan 281 topónimos, elicitados desde el sur de Mendoza hasta el sur de Neuquén. Presentan el mapa con topónimos y sus áreas de dispersión y contacto, y la traducción al español de la carta originalmente en alemán.

En el capítulo quince, Verónica Domínguez se centra en manuscritos de Tomás Harrington, un etnógrafo, maestro y funcionario público cuyos registros forman parte del Fondo documental Rodolfo Casamiquela, de la Biblioteca Popular A. Álvarez, Chubut. Harrington documentó léxico, frases y topónimos principalmente en günün a yajuch. Domínguez presenta un mapa georreferenciado de estos topónimos, por documento y por periodos de recopilación.

El de Luisa Domínguez, capítulo dieciséis, analiza los registros de Enrique Amadeo Artayeta a partir de la expedición dirigida por José Imbelloni. Sobre este documento del Museo Etnográfico de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, la autora reflexiona la pérdida de vitalidad de la lengua (actualmente en proceso de revitalización) y el valor histórico de estos registros.

La obra cierra con el capítulo de Sandra Murriello y Anahí Mariluán quienes reflexionan acerca de la importancia de devolver la voz a estas lenguas a través de la divulgación de documentación existente. Las autoras cuestionan cómo los museos y archivos, históricamente influidos por una “lógica colonialista”, contribuyeron al silenciamiento de estos pueblos, destacando la necesidad de desafiar la reproducción de discursos hegemónicos. Finalmente, presentan un proyecto innovador de un museo virtual que busca llevar estas exposiciones a espacios públicos para revalorizar y visibilizar las lenguas indígenas como expresiones vivas y cambiantes. Esta propuesta invita a la participación activa de miembros de diversos niveles educativos y a las comunidades indígenas.

Los aportes de esta obra trascienden la lingüística, impactando en diversas disciplinas. La compilación de documentos históricos preserva un legado lingüístico fuegopatagónico y promueve la reflexión sobre la identidad y la historia cultural de sus hablantes. Este libro motiva a los lectores a valorar las lenguas como patrimonio cultural. Con un enfoque interdisciplinario, los editores han creado una obra que resuena en múltiples esferas sociales y culturales.

*Mayra Julieta Sánchez es Profesora en Letras por la Universidad Nacional de Formosa (UNaF), y estudiante de la Maestría en Lingüística de la Universidad Nacional de La Plata. Es Auxiliar en la cátedra Elementos de Lingüística General de la Facultad de Humanidades, UNaF. Su investigación se centra en el estudio de fondos y colecciones digitales sobre lenguas indígenas chaqueñas.

Recibida: 23/07/2024 – Aceptada: 04/08/2024