Articulo original
Original article
35 (2) | Jul - Dic, 2025
Open Access: https://revistas.unne.edu.ar/index.php/fce
E-mail: revistafacena@exa.unne.edu.ar
Luisa Anzótegui: trayectoria docente y científica de una de las primeras paleobotánicas correntinas
Luisa Anzótegui: teaching and scientific career of one of the first paleobotanists from Corrientes
Robledo, Juan Manuel * ¹ , Horn, Maricel Yanina ¹ , Mautino, Lilia René ¹ & Garralla, Silvina Susana ¹
¹ Centro de Ecología Aplicada del Litoral, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas y Universidad Nacional del Nordeste (CECOAL, CONICET-UNNE), Corrientes, Argentina.
* Autor de correspodencia: manuelrobledo@conicet.gov.ar
Recibido/Received: 12 Marzo, 2025 | Aceptado/Acepted: 27 de Sept. 2025 | Publicado/Published: 30 de Oct. 2025
Editores invitados: Dra. Silvia Gnaedinger & Dr. Ángel R. Miño-Boilini
Como citar este artículo: Robledo, J. M., Horn, M. Y., Mautino, L. R. & Garralla, S. S. (2025). Luisa Anzótegui: trayectoria docente y científica de una de las primeras paleobotánicas correntinas. Revista FACENA 35(2), 01-16. Doi: https://doi.org/10.30972/fac.3528823
Resumen: Este trabajo es un pequeño homenaje en vida, a la Dra. Luisa Anzótegui (“Yuyi”), considerada una de las primeras mujeres que fundaron las bases de la Paleobotánica en la Provincia de Corrientes. Más allá de su invaluable aporte en esta disciplina, esta producción pretende dar a conocer la carrera profesional de la Dra. Anzótegui desde sus inicios y sobre todo intenta reflejar, para quienes no la conocen, cómo era la relación entre Luisa con sus colegas y becarios. Yuyi dejó una huella importante en nosotros y este legado hoy está más presente que nunca en sus becarios e investigadores que la recordamos con gran afecto.
Palabras claves: FaCENA; Fósiles de Corrientes; Mujeres paleontólogas; Paleobotánica de Argentina; Palinología.
Abstract: This work constitutes a small tribute to PhD Luisa Anzótegui (“Yuyi”), considered one of the first women who founded the bases of Paleobotany in Corrientes Province. Beyond her invaluable contribution to this discipline, this production aims to show the professional career of Luisa from her beginnings, and especially focusing on her relationship with colleagues and fellows. Yuyi left an important mark on us and this legacy is today more present than ever in her fellows who remember her with great affection.
Keywords: FaCENA; Fossils from Corrientes; Paleobotany from Argentina; Paleontologist women; Palinology.
Introducción
El 1 de enero de 1944, en la Colonia San José, a unos 15 kilómetros de la ciudad de Santa Lucía, Provincia de Corrientes, nace Luisa Matilde Anzótegui (Figura 1), más conocida como “Yuyi”. Fue la primera hija del matrimonio conformado por Doña Avelina Oca y Don Luis del Tránsito Anzótegui, cinco años después nacería su hermano Luis Norberto Anzótegui. La casa en la que transcurrieron sus primeros años de vida, era una típica estancia de construcciones de finales del siglo XIX, con amplios ambientes y galerías que rodeaban un gran patio lleno de plantas y donde imponía su presencia un viejo aljibe. Más alejadas de la casa principal, se encontraban las caballerizas. Periódicamente, la familia Anzótegui se trasladaba en sulky a Santa Lucía (pueblo en aquel entonces). Su padre era maestro rural y Yuyi asistía al primer grado inferior en la misma escuela donde él impartía clases. Don Luis fallece muy temprano, cuando Yuyi solo tenía 7 años. Ante esta situación, su madre decidió mudarse con su familia a la casa de su propia madre, abuela materna de Yuyi, en el poblado de Santa Lucía. A partir del segundo grado superior, continuó sus estudios primarios en la Escuela N° 31. Más adelante, cursó la educación secundaria en la Escuela Normal Mixta, conocida en aquel entonces como “Genaro Berón de Astrada”, y posteriormente renombrada “Ernesto Baibiene”.
Fig. 1. Luisa M. Anzótegui en su primera infancia, hacia finales de 1944. En la imagen de la derecha, aparece en compañía de sus padres, en una escena capturada entre 1948 y 1949.
El 1 de enero de 1944, en la Colonia San José, a unos 15 kilómetros de la ciudad de Santa Lucía, Provincia de Corrientes, nace Luisa Matilde Anzótegui (Figura 1), más conocida como “Yuyi”. Fue la primera hija del matrimonio conformado por Doña Avelina Oca y Don Luis del Tránsito Anzótegui, cinco años después nacería su hermano Luis Norberto Anzótegui. La casa en la que transcurrieron sus primeros años de vida, era una típica estancia de construcciones de finales del siglo XIX, con amplios ambientes y galerías que rodeaban un gran patio lleno de plantas y donde imponía su presencia un viejo aljibe. Más alejadas de la casa principal, se encontraban las caballerizas. Periódicamente, la familia Anzótegui se trasladaba en sulky a Santa Lucía (pueblo en aquel entonces). Su padre era maestro rural y Yuyi asistía al primer grado inferior en la misma escuela donde él impartía clases. Don Luis fallece muy temprano, cuando Yuyi solo tenía 7 años. Ante esta situación, su madre decidió mudarse con su familia a la casa de su propia madre, abuela materna de Yuyi, en el poblado de Santa Lucía. A partir del segundo grado superior, continuó sus estudios primarios en la Escuela N° 31. Más adelante, cursó la educación secundaria en la Escuela Normal Mixta, conocida en aquel entonces como “Genaro Berón de Astrada”, y posteriormente renombrada “Ernesto Baibiene”.
En una época marcada por las tradiciones, cuando los test vocacionales aún eran desconocidos, los viajes de egresados un sueño lejano y las jóvenes solían acudir a clubes sociales acompañadas por sus familias, Yuyi vivió una adolescencia llena de aprendizajes y sueños por cumplir. A los 17 años, completó sus estudios al recibirse de Maestra Normal Nacional. En esos tiempos, la vocación por la enseñanza llevaba a los recién graduados a permanecer en sus comunidades, formados con dedicación y esmero en las históricas Escuelas Normales. Es en este contexto en el que Yuyi, siempre inquieta y quizá un poco disconforme con la realidad en la que vivía; según sus propias palabras: “quería salir de la chatura del pueblo”, buscó superarse. Es por eso que tomó la decisión de estudiar una carrera universitaria. En 1963, emprendió viaje a la capital correntina, enfrentando primero las exigencias impuestas por su madre, fiel reflejo de las costumbres de la época. Entre ellas, tuvo que renunciar al sueño de estudiar Odontología, considerada en aquel entonces una profesión exclusiva para hombres. En su lugar, se le instó a optar por un camino considerado más apropiado para las mujeres: el estudio de un profesorado. A pesar de las limitaciones impuestas, su determinación la llevó a construir un futuro lleno de aprendizajes y transcendencia. Es así como, luego de algunos tropiezos, se propone estudiar el Profesorado en Biología, en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura (FaCENA), y a la par trabajaba en Vialidad Provincial. Dado que FaCENA y sus instalaciones, aún no habían sido erigidas como se las conoce actualmente, las carreras eran impartidas en distintas aulas de la Escuela Normal José Manuel Estrada, conocida localmente como “Escuela Regional”, Facultad de Odontología y Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE).
En el año 1967 se incorpora como Ayudante de Cátedra en la Asignatura Paleontología, bajo la dirección del Dr. Rafael Herbst (1935-2017), convirtiéndose en una de sus primeras discípulas. A partir de ese momento, Yuyi demuestra un gran interés por la Paleobotánica. En 1968, egresa como Profesora en Biología de la Facultad y se inscribe en varias escuelas de la ciudad, como ser el Colegio Nacional General San Martín, la Escuela Regional José Manuel Estrada y el Colegio Secundario Manuel Vicente Figuerero, consiguiendo algunas suplencias en sus primeros años de actividad docente. En 1970, la FaCENA amplió su oferta académica con la creación de la Licenciatura en Botánica, abriendo nuevas oportunidades para los apasionados por las ciencias naturales. Fue en ese contexto que Luisa, movida por su curiosidad y su amor por el conocimiento, decidió inscribirse en esta nueva carrera. Su dedicación la llevó a culminar sus estudios en 1974, a pesar de los desafíos propios de la época. Parte de esta formación exigía trasladarse a la ciudad de La Plata, en la Provincia de Buenos Aires, para cursar materias específicas. Este esfuerzo no solo evidenció su compromiso académico, sino también su determinación por expandir sus horizontes y abrazar una formación de excelencia. Incansable, estudiosa y dedicada, en 2006 obtuvo el diploma de Doctora de la UNNE, Especialidad Biología. Su Tesis lleva por título: “Paleofloras del Mioceno en los valles Calchaquíes, Noroeste de la Argentina” bajo la dirección del Dr. Rafael Herbst.
Su carrera docente en la FaCENA comienza como Ayudante Diplomada rentada en 1968, posteriormente, mediante concursos públicos, pasó por las categorías de Auxiliar de docencia como Jefe de Trabajos Prácticos, luego a Profesora Adjunta y por último a Profesora Titular. En el año 1976, es nombrada como Profesora Adjunta en la Asignatura Paleontología y dos años más tarde, en 1978 es designada en el cargo de Profesora Adjunta Interina en Paleobotánica (materia optativa para la Licenciatura en Botánica), estando a su cargo la organización de la misma y la confección del programa. Posteriormente, en 1991 concursó por el cargo de Profesora Titular en el que se desempeñó hasta su retiro. Además, desde el 2003 en adelante, fue Profesora Responsable del dictado de la Asignatura Paleobiogeografía (obligatoria para la Orientación Paleontología de la Licenciatura en Ciencias Biológicas), para lo cual tuvo también a su cargo la organización y elaboración del programa. A lo largo de su carrera docente, participó/colaboró en el dictado de otras asignaturas como Palinología (con el tema “Origen y evolución del polen de Angiospermas, desde el Cretácico al Terciario”) y Geología Histórica de la Orientación Paleontología (desarrollando el tema referido al Periodo Terciario).
Por su gran labor en la docencia, Yuyi impartió clases como Profesora invitada en dos oportunidades. En el año 1997, visitó la Universidad de Sao Paulo, Brasil. Allí desarrolló el tema “Sucesiones florísticas del Terciario en Sudamérica, con énfasis en las floras argentinas” y posteriormente, en el año 2006, colaboró con el plantel docente de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA (Departamento de Ecología y Genética Evolutiva), desarrollando el tema “Paleofloras del Neógeno en la Argentina”, para la asignatura Paleobotánica. Además, conjuntamente con otros colegas, dictó cursos de actualización, capacitación y posgrado (Figura 2).
Entre otros aspectos, también se destacó en acciones referidas a las actividades de Gestión Universitaria. Cabe recordar que la Carrera de Licenciatura en Ciencias Biológicas con cinco orientaciones, como se la conoce hoy en día, es el producto de varias modificaciones. Primeramente, la fusión en el año 2000 (Resol. 466/00 CS de la UNNE y Resolución del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología N° 82/003 de dos carreras independientes, la Licenciatura en Zoología y la Licenciatura en Botánica, que hasta ese entonces ofrecían a los alumnos de Profesorado en Biología, una opción para profundizar sus estudios en una de esas ramas. Así la Licenciatura en Ciencias Biológicas englobaría estas dos especializaciones, convirtiéndolas ahora en orientaciones dentro de la carrera, junto con Genética y Paleontología Posteriormente, se agregaría la orientación Ecología en el año 2007 (Resol. 116/07). Luisa participó activamente en estas reformas ya que integró en distintas oportunidades, comisiones curriculares para la revisión y reforma de planes de estudios y se desempeñó en el cargo de Directora del Departamento de Biología y Coordinadora del Área de Ciencias de la Tierra.
En más de treinta oportunidades, fue jurado en Tribunales de concursos Docentes desde Jefes de Trabajos Prácticos a Profesores Titulares y concursos en Carrera Docente. Evaluó Tesis de Grado y Postgrado.
Fig. 2. Docentes y estudiantes del Curso de Posgrado de la Facultad de Ciencias Naturales, Doctorado en Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional de Salta (octubre 2013). A. Lilia Mautino; B. Olga Martínez; C. Silvina Garralla y D. Luisa Anzótegui.
Siendo la primera discípula del Dr. Herbst en el área de Paleobotánica, integró el grupo de docentes/investigadores que desarrollaron distintas disciplinas relacionadas a la Paleontología: como -la ya mencionada- Paleobotánica, Palinología, Micropaleontología, Paleovertebrados y Paleoinvertebrados, entre otras. Este mismo plantel docente lo acompañó cuando en los años 80’, desde el CONICET se lanzan las propuestas de Programas de Investigación y fruto del cual se erige el PRINGEPA (Programa de Investigaciones Geológicas y Paleontológicas) con Rafael Herbst como Director. Esta entidad fue financiada hasta 1999 y posteriormente se incorporó al CECOAL (Centro de Ecología Aplicada del Litoral, CONICET-UNNE) (https: cecoalconicet.gov.ar/acerca-de-cecoal/). En este marco, allá por el año 1968, Luisa comienza su labor como investigadora, primero acompañando al Dr. Herbst a colectar ejemplares fósiles al campo. Durante estas actividades, tomaba notas de todo lo que observaba, siempre en un tono serio y muy técnico, llevando anotaciones muy prolijas en su libreta de campo. Con el correr de los años, esta libreta fue transformándose, más bien, es una bitácora del viaje (Figura 3), donde plasmaba, además de las cuestiones técnicas, sus impresiones de los lugares que visitaban o cualquier recuerdo del día a día durante los viajes de campaña. Desde sus inicios, su trabajo en la investigación estuvo relacionado a la Actuopalinología (Anzótegui, 1971), Paleopalinología (Anzótegui, 1975), cutículas fósiles (Anzótegui y Cuadrado, 1977; Anzótegui, 1979, 1980) e impresiones de hojas (Anzótegui, 1987), principalmente de sedimentos pliocenos de Corrientes. Posteriormente su principal área de estudio se trasladaría al Noroeste Argentino, en sedimentos del Cenozoico superior, con especial interés en los horizontes miocenos (Herbst et al., 1987; Anzótegui, 1992). Aquí desarrollaría estudios similares a los ya mencionados, e incursionando también en el estudio de frutos y semillas (Anzótegui y Herbst, 2004). Esta actividad se encuentra reflejada en los trabajos publicados (56 en total, 25 como primera autora) y en las presentaciones a reuniones científicas (94). En paralelo a sus estudios en paleopalinología, estudió también el polen de las plantas actuales regionales, lo que culminó en su participación de la edición de 4 tomos de la Flora Polínica del NE argentino; en los que también fue coautora de varios capítulos (Figura 4). A lo largo de su carrera fue Integrante, Directora y Codirectora de varios Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica de la Secretaría General de Ciencia y Técnica de la UNNE, Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica (PICT) y CONICET.
Dedicó gran parte de su tiempo a la formación de recursos humanos. Dirigió Pasantes y Adscriptos en investigación; Investigadores y Becarios de pregrado y posgrado de la Secretaría General de Ciencia y Técnica de la UNNE y Becas Doctorales Cofinanciadas (CONICET-UNNE) y generales del CONICET. Los resultados quedaron plasmados en cuatro Tesis Doctorales, tres en Paleopalinología (Mautino, 2010; Fernandez Pacella, 2013; Horn, 2014) y una en Interacciones Planta-Insecto (Robledo, 2017). Fue invitada a brindar conferencias referidas a floras Neógenas en distintas ocasiones en el marco de Reuniones Científicas y Simposios realizados en Argentina, Brasil y Perú. Por su importante aporte, obtuvo el Premio Argentino de Paleobotánica, otorgado por la Asociación Paleontológica Argentina, bienio 2004-2005. Sus trabajos fueron pioneros en las regiones del Noroeste y también en la Mesopotamia. Sobre todo, en esta última región ellos siguen siendo muy valorados dado los escasos aportes realizados desde ese entonces. Dichos trabajos contribuyeron en el conocimiento de la flora pasada de la Provincia de Corrientes y también impulsaron, de alguna manera, otras disciplinas que comenzaron a desarrollarse en la provincia, como son los estudios de vertebrados fósiles que hoy en día representan una de las megafaunas pleistocenas más importantes en Sudamérica.
Fig. 3. A. Fotografía de una página de su primera libreta de campo. En ella se puede leer lo siguiente: “Perfil Riachuelo - 17-8-68; Tomado sobre la margen derecha a aproximadamente 1,5 km en línea recta del puente del F. C. (Ferrocarril)”. a) suelo arriba + o - húmico, hacia abajo más arenoso en transic. (transición) a; b) capa de arena suelta, grano grueso sin mat. (materia orgánica); c) arcilla plástica en pte (pendiente) arenosa, gris con manchas de hidróxido de Fe y también carbonosas; d) arenas sueltas, gruesas en transición a los sedimentos más antiguos. Obs (observaciones) muestras 2-3-4 son más arcillosas que el resto; 6 con más manchas de hidróxido; la 11 a 8 cm del nivel del piso. Integrantes excursión. Dr. Herbst y Sra., Beatriz Álvarez, Mercedes Leiva y Castro”. B. Fragmento de sus anotaciones realizadas durante un viaje de campaña a la Provincia de Salta, localidad fosilífera Rincón Quebrada del Horno, el día 4-5-87: “...167 - Recorrimos la Fm. Palo Pintado (a la tarde) que se encuentra sobre la margen derecha del río Calchaquí, en este lugar la Fm. pta (presenta) muchos bloques de arena y areniscas interrumpidos en algunos lugares por los paquetes lacustres. El Dr. (así se refería al Dr. Herbst) dice que esta parte corresponde a la porción cuspidal de la Fm. En una quebradita lateral detrás de una casa grande que tiene sus paredes pintadas con elementos folclóricos y escritos versos del Martín Fierro, encontramos en varios niveles moldes de pelecípodos e impresiones. Llevan el N° 167. Esto por supuesto se encuentra en los paquetes lacustres, que aquí se encuentran bastante desarrollados”.
Además de su extraordinaria capacidad para la investigación, Luisa siempre se ha caracterizado por ser una persona sociable y accesible. Gracias a estas cualidades, cultivó relaciones fraternas tanto con colegas de su entorno laboral cotidiano (Figura 4) como con profesionales de otras instituciones, tanto locales como extranjeras.
Gracias a esto, el CECOAL (PRINGEPA, en ese entonces), recibió con agrado a investigadores de renombre. Por mencionar solo algunos: Sergio Archangelsky, María del Carmen Vergel, Eduardo Romero, Mario Alfredo Hünicken, Rubén Cúneo, Florencio Aceñolaza, Darién Prado, Martín Iriondo, Juan Carlos Gamerro, Marta Caccavari Lorenzo Ferrando (Uruguay) y Judith García (Brasil), entre muchos otros.
Más allá de su invaluable aporte a la ciencia, dejó huella en muchos de los que trabajamos y compartimos buenos momentos con ella, como bien Yuyi lo expresa “.. durante mis años de trabajo, que fueron muchos, fui muy feliz, creé vínculos de amistad y compañerismo entrañables con mis colegas y discípulos…”
Fig. 4. Fotos tomadas en viajes de campo y en reuniones científicas. A. Luisa escudriñando los afloramientos de la Formación Palo Pintado (Salta, año 2011). B. De izquierda a derecha, Lilia Mautino, Luisa Anzótegui y Silvina Garralla. C. Luisa Anzótegui junto al Dr. Rafael Herbst, en un congreso en Gramado, Brasil, sentada en el medio de ambos, la colega brasileña, Maria Luisa Lorscheitter (año 2004). D. De izquierda a derecha, Lorenzo Ferrando, Eduardo Llambias, Rafael Herbst, Oscar Gallego, Luisa Anzótegui y Alicia Lutz. E. Luisa junto a su colega Olga Martínez (Localidad Quebrada del Toro, Salta, año 2012). F. Graciela Cuadrado, Stella Maris Pire y Luisa Anzótegui junto a quien fuera el Decano de la FaCENA, Dr. Ángel Fusco, en la presentación del primer Volumen de la Flora Polínica del Nordeste Argentino. G. De izquierda a derecha, Susana Morton, Silvina Garralla, Luisa Anzótegui y Manuel Robledo (becario doctoral de Yuyi en ese entonces), visitando el Museo “Pachamama”, en Amaicha del Valle, Tucumán, en el año 2011. H. Luisa Anzótegui (derecha) y Susana Morton, volviendo de una larga jornada en el campo. De fondo se yerguen majestuosas, las coloridas formaciones Cenozoicas, tantas veces visitadas por Yuyi y su grupo de investigación; lugares donde forjamos inolvidables recuerdos y a donde siempre queremos volver (Localidad Santa Rosa, Salta, año 2012).
Conozco a Yuyi desde mi ingreso a la carrera de Biología, allá por el año 1970, cuando ella, junto con Beatríz Álvarez daban el cursillo de ingreso. El destino me llevó a trabajar en investigación con el Dr. Herbst, con quien previamente Yuyi ya estaba trabajando y a partir de allí surgió una linda amistad, a tal punto que cuando me casé por Iglesia, ella fue mi madrina de casamiento y también junto a mi único hermano, fue madrina de Bautismo de Silvia, mi primera hija. Para mí, Yuyi era mi hermana mayor a quien acudía para conseguir algún consejo suyo si tenía un determinado problema o si dudaba respecto de alguna toma de decisión. A fines de los 90’, también integramos un hermoso grupo de amigos, el afamado “Amigos del Pontón”, casi todos conocidos en la Universidad, que durante las vacaciones, solo dejábamos el club Regatas para ir a dormir, porque nuevamente a la mañana ya estábamos firmes allí.
Graciela Cuadrado
Conocí a Yuyi en 1981 cuando cursaba Paleontología, daba unas interesantes y amenas clases de Paleobotánica. Tanto me gustaron que decidí inscribirme a una beca de estudio que en esos tiempos daba la FaCENA-UNNE. Con ella conocí las esporas y el polen (en ese orden), luego también junto a otros integrantes del equipo, los viajes de campaña, congresos, etc. Ella fue unas de mis grandes maestras que no solo me enseñó Palinología y Paleobotánica, sino también me dio muchísimas cosas de la vida misma, esas que solo dan las buenas maestras, colegas, compañeras y amigas. Gracias por tu generosidad.
Silvina Garralla
De Yuyi rescato siempre el respeto que le tenía a sus alumnos, en una oportunidad, ella nos dijo que estuvo la noche anterior, leyendo los trabajos más recientes referidos al tema que iba a dictar ese día, pero con toda honestidad nos contó que no había terminado de leerlos, pero que aun así nos explicaría hasta donde había leído.
Alexandra Crisafulli
En el año 1984, durante el cursillo de ingreso a la Facultad (FaCENA), conocí a Yuyi. Era una de las profesoras a cargo de las clases en el Anexo del edificio principal, ubicado en la calle 9 de julio de nuestra ciudad capital. En ese momento quedé fascinada con ella, su expresión, entusiasmo y pasión con la que dictaba las clases. Durante alguna de esas jornadas nos comentó a qué se dedicaba: la Paleontología, y fue para mí una novedad escuchar todo lo que relataba, y también una sorpresa que una mujer se dedicara a la docencia e investigación. Yuyi fue como nuestra segunda mamá, definitivamente, y en especial cuando íbamos de campaña al noroeste. Pasábamos hermosos días trabajando entre esos paisajes que nos cautivaron desde el primer día, tanto con los afloramientos coloridos como con esas raras geometrías, visitando el valle de Santa María o Calchaquí.Tantos recuerdos, risas, complicidad…de aquellos momentos compartidos. Camionetas enterradas en el camino, mates interminables, cumpleaños de alguno del grupo festejado allí, siestas debajo de los algarrobos, las mochilas pesadas en los hombros, la racionalización del agua de las cantimploras, alguna piqueta olvidada (y que no se enterara el Doctor Herbst), los almuerzos esperados con muchas ansias, llegar a un pueblo para buscar una cabina telefónica y poder llamar a nuestra familia (¡no existían los celulares!). Anécdotas!! ¡Tenemos tantas!, recuerdo una campaña en setiembre del año 1996 que fuimos con Yuyi, Liliana Acevedo, Rafael Herbst y una chica española de apellido Montserrat de la Fuente. Lo más pintoresco, para nosotros, y tragicómico para ella fue que Montserrat ya venía con información y terror a las vinchucas (por la enfermedad de Chagas). Por obra del destino, en la localidad de Angastaco tuvimos que hacer base en una casa de adobe en la cual sus paredes tenían rastros de esas chinches tan temidas. Recuerdo que en la vivienda había una imagen de la virgen María a la cual, todas las noches, Montserrat le prendía velas y rezaba para que no nos contagiemos de Chagas. Yuyi apaciguaba esa situación diciéndole que durmiéramos con la luz prendida, para evitar que aparezcan las vinchucas, demostrando siempre su capacidad protectora.
Yuyi: al evocar ese tiempo de nuestras vidas con recuerdos que nunca olvidaré, mis palabras son de gratitud. Gracias por todos los momentos compartidos, por su paciencia y generosidad en cada uno de los trayectos de mi carrera, por permitirnos conocer y amar el noroeste, por iniciarme con pasión en la Paleobotánica.
Lilia René Mautino
¡Mi estimada Yuyi! que alegría y emoción volver a comunicarme con usted a través de este merecido reconocimiento. ¡Qué decir mi querida Yuyi! fue para mí, más que una “jefa de beca”. Una señora con mayúscula, excelente persona, muy cálida, sensible, afectiva, excelente profesional. Me enseñó no solo lo concerniente a la Paleobotánica y Palinología, sino que también me enseñó sobre la amistad y camaradería. Un GRACIAS enorme brota en mí por tanto: la oportunidad de pertenecer un lindo tiempo a este grupo de investigadores en la Biología, mi amada profesión; también por enseñarme a valorar lo que se logra con el esfuerzo, esmero y dedicación en lo que elegimos; por la paciencia que tuvo conmigo en muchos momentos, de lo que transcurrimos en el entonces PRINGEPA. Cómo olvidarlo, cada vez que viajo hacia la Ruta 5, muchos recuerdos lindos vienen a mi memoria. También quedan en mis recuerdos los viajes de campaña, congresos, exposiciones de trabajos en las distintas instituciones, junto con el Dr. Herbst y Lilia Mautino, mi compañerita de entonces. Doy gracias a Dios y a la vida por haberla cruzado en mi camino de formación profesional y personal y por todo lo que compartimos juntas. De todo corazón, la saludo con un afectuoso abrazo.
Liliana Acevedo
Mi relación con Yuyi comenzó en 2003 cuando aún era estudiante, realicé con ella una pasantía de investigación para estudiar impresiones de hojas fósiles. Comencé mirando hojas de herbario bajo la lupa para observar los detalles de la venación. El primer día me indicó que dibujara lo que veía mientras ella terminaba un par de cosas en su oficina. Cuando volvió y le mostré lo que había hecho dijo ¡uh, qué bien! Así que regresé una vez por semana durante un año, dando como resultado la publicación de un trabajo en la Revista Ameghiniana. Luego ya recibida, fue mi Directora de beca en tres oportunidades y Codirectora en dos más. Dirigió mi tesis doctoral (2014) en polen fósil, aunque a la par seguimos trabajando con hojas originando otros trabajos. Me enseñó a ser observadora, metódica, detallista, a trabajar de forma ordenada y con frases como “¿cuál es tu propósito?” y “tu misión es…” me ayudaba a ordenar mis ideas para establecer prioridades y continuar con el desarrollo de los temas. Además de acompañarme en mi carrera profesional, también me acompañó en momentos importantes que significaron cambios de etapas en mi vida. Hoy en día, aún continuamos en contacto.
Maricel Yanina Horn
Yuyi fue y sigue siendo muy importante en mi formación como investigador. Ella tenía una capacidad innata, o quizá adquirida con la experiencia, de explicar las cosas de una manera muy sencilla, lo que era muy conveniente a la hora de dar clases. A finales del 2008, habiendo culminado sus clases, yo había asistido a una charla sobre Paleoetología y en uno de los descansos, Yuyi se me acercó para ofrecerme hacer una pasantía con ella Yo no le respondí inmediatamente, pero un día llegué a su oficina y le dije: “Profe, quiero trabajar con usted, pero no me interesa describir hojas, yo quiero usar sus hojas para buscar interacciones”. Ella me miró, yo tenía que alzar la mirada para verla porque su silla donde nos recibía era extremadamente baja, al punto que costaba levantarse después de un largo rato sentado allí. Siendo abiertamente honesta conmigo, me dijo que no tenía mucha experiencia con ese tema, pero que si yo quería, íbamos a encarar ese camino juntos y que estaría para despejar todas mis dudas. Desde ese entonces, cualquier inquietud que tuviera, siempre hacía presencia en su oficina o también era muy frecuente que ella solo me llamara para preguntarme cómo andaban mis cosas, acto que generaba que algunos colegas siempre me estuvieran cargando porque Yuyi cuando me llamaba, solo gritaba desde su oficina, entonces era común escuchar su clásico: Juan Manuel!!!, en el pasillo donde estaba su oficina y también la de sus becarios. Era tal su pasión por la Paleobotánica, que debo decir, me contagió ese sentimiento y hoy en día continuo con el legado que ella dejó, describiendo los nuevos hallazgos de sus amadas hojas fósiles.
Juan Manuel Robledo
Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener conflicto de intereses.
Agradecimientos
Agradecemos a las colegas Graciela Cuadrado, Alexandra Crisafulli y Liliana Acevedo, por colaborar amablemente compartiendo sus vivencias con la Dra. Anzótegui. También queremos agradecer a los Revisores y los Editores por sus sugerencias.
Contribuciones de los autores
JMR: conceptualización, escritura, edición, ilustración, revisión;
MYH: escritura, edición, revisión;
LRM: escritura, edición, revisión;
SSG: escritura, edición, revisión.
Anzótegui, L. M. (1971). El polen de Anacardiaceae del NE de la Argentina. Ameghiniana, VIII (3 y 4), 329-347.
Anzótegui, L.M. (1975). Esporomorfos del Terciario Superior de la Provincia de Corrientes (Argentina). Asociación Paleontológica Argentina. Publicación Especial, 1: 329-348.
Anzótegui, L. M. y Cuadrado, G. A. (1977). Polen y cutículas de Sapotaceae Argentinas. FACENA, l: 79-117.
Anzótegui, L. M. (1979). Cutículas de Lauraceae de la República Argentina. FACENA, 3: 19-38.
Anzótegui, L. M. (1980). Cutículas del Terciario Superior de la Provincia de Corrientes, Argentina. Asociación Paleontológica Argentina. Publicación Especial 2, Buenos Aires, Argentina, 3: 141-167.
Anzótegui, L. M. (1987). Arquitectura foliar de una Lauraceae fósil (Plioceno Superior) de Corrientes, y su comparación con géneros actuales. Asociación Paleontológica Argentina. Publicación Especial, 3: 111-112.
Anzótegui, L. M. (1992). Una flora del Mioceno superior (Formación Palo Pintado) del noroeste argentino. Asociación Paleontológica Argentina. Publicación Especial, 2: 7-10.
Anzótegui L.M. (2006). Paleofloras del Mioceno en los valles Calchaquíes, Noroeste de Argentina. Tesis Doctoral Facultad de Ciencias Exactas, Naturales y Agrimensura, Universidad Nacional del Noreste, 266 pp. Corrientes.
Anzótegui, L. M. y Herbst, R. (2004). Megaflora (hojas y frutos) de la Formación San José (Mioceno Medio) en río Seco, departamento Santa María, Provincia de Catamarca, Argentina. Ameghiniana, 41(3): 423-436.
Fernandez Pacella, L. (2013). Palinología del Cuaternario en sedimentos lacustres del Noroeste del Iberá, Corrientes, Argentina. Tesis Doctoral Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura, Universidad Nacional del Nordeste, 183 pp. Corrientes.
Herbst, R., Anzótegui, L. M. y Jalfin, G. (1987). Estratigrafía, paleoambientes y dos especies de Salvinia Adanson (Filicopsida) del Mioceno Superior de Salta, Argentina. FACENA, 7: 15-42.
Horn, M. Y. (2014). Palinofloras de las formaciones El Morterito y Palo Pintado (Mioceno Superior-Plioceno Inferior), noroeste de Argentina. Tesis Doctoral Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata, 141 pp. La Plata.
Mautino, L. R. (2010). Palinofloras de las Formaciones San José y Chiquimil (Mioceno Medio y Superior) Noroeste de Argentina. Tesis Doctoral Facultad de Ciencias Exactas, Naturales y Agrimensura, Universidad Nacional del Noreste, 402 pp. Corrientes.
Robledo, J. M. (2017). Icnología de las asociaciones planta-insecto de paleofloras de las formaciones San José (Mioceno medio), Chiquimil y Palo Pintado (Mioceno tardío) de los valles Calchaquíes. Tesis Doctoral Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura, Universidad Nacional del Nordeste, 219 pp. Corrientes.