Evaluación morfológica y funcional de la injuria renal inducida por doxorubicína
DOI:
https://doi.org/10.30972/med.2622528Palabras clave:
evaluación morfológica, Doxorubicína, enfermedades renalesResumen
Doxorubicína (Adriamicina) es un antibiótico antraciclino citotóxico utilizado en la regresión de enfermedades neoplásicas diseminadas. Se une a los ácidos nucleicos, presumiblemente por una intercalación específica del núcleo antraciclino planar con el ADN de doble hélice y se caracteriza por inhibir el repliegue y la acción de las ADN polimerasas. Esta droga altera también la funcionalidad de las membranas celulares así como de las proteínas plasmáticas. Posee efecto citotóxico sobre células malignas, así como efectos tóxicos colaterales sobre diferentes órganos entre los que se destaca mielosupresión, cardio y nefrotoxicidad1,2. Se han desarrollado varios estudios de injuria renal inducida por Doxorubicína en modelos experimentales con el fin de elucidar su fisiopatología1,2. En general, muestran un periodo de estabilidad y luego desarrollan proteinuria, hipertensión arterial, elevación de la creatininemia. La biopsia renal evidencia glomérulos esclerosados y acumulación de material amorfo3,4. Estas alteraciones llevan a una disminución progresiva de la función renal5,6. La evolución hacia la fibrosis renal y la atrofia tubular son componentes inevitables de la patogénesis tubulointersticial que acompaña a la toxicidad renal por Doxorubicína, como en la mayoría de las enfermedades renales progresivas.