Del campo al plato

Abstract

La provincia de Corrientes cuenta actualmente con diecisiete Escuelas de Familia Agrícola (EFA) distribui­das en distintos parajes cercanos a las ciudades del interior provincial. Las EFA ofrecen un modelo educa­tivo valioso porque tienen cercanía con las necesidades de la comuni­dad e involucran a padres y docen­tes en la enseñanza secundaria, con un sistema de alternancia donde la escuela y el hogar interactúan or­ganizadamente en la formación de los alumnos, lo que significa que los alumnos aprenden tanto en la es­cuela donde permanecen general­mente la mitad del mes con come­dores y dormitorios para alojarlos, y el resto del tiempo vuelven a sus hogares, ya sea en las chacras o en los pueblos para seguir estudiando allí. La Facultad de Ciencias Veteri­narias cuenta con un equipo inter­disciplinario de larga trayectoria en la asistencia y capacitación de pequeños productores de las pro­vincias de Corrientes, Chaco y Mi­siones dedicados a la producción primaria: huertas, cría extensiva de aves y cerdos, productores de le­che y carne a pequeña escala como forma de subsistencia. La Facultad dispone además de salas de elabo­ración de subproductos derivados de la carne y de la leche (embutidos Y quesos), los insumos y elementos necesarios para la aplicación de sis­temas de conservación para mejo­rar la presentación y prolongar el período de aptitud de los alimentos. Con la finalidad de complementar acciones entre ambas instituciones educativas, se propone el adiestra­miento de alumnos secundarios en aspectos de producción primara, transformación y comercialización de alimentos locales con agregado de valor y garantías de inocuidad. Estas actividades promueven la relación entre la Universidad y el establecimiento EFA Tupa Rem- biapo IS-27, Ingenio 1° Correntino, perteneciente a la Escuela de Fa­milia Agrícola (EFA) de la localidad de Santa Ana, con la finalidad de impartir conocimientos básicos de manipulación higiénica de los ali­mentos y la aplicación de sistemas de calidad asociados a la produc­ción primaria, tales como Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), y su posterior transformación hasta llegar al consumidor, garantizan­do alimentos nutritivos, sanos e inocuos enfocados hacia el com­promiso de los alumnos, para que apliquen dichos conceptos en sus hogares rurales.