Aprendiendo de la naturaleza desde las formas
DOI:
https://doi.org/10.30972/arq.0114196Palavras-chave:
Biomimesis, procesos naturalesResumo
En este trabajo nos referiremos a cómo las formas naturales pueden servir a la arquitectura como base para un buen diseño, en el sentido estricto de la biomimesis. Sin embargo nos interesan solamente los puntos de vista tecnológico y/o estructural. Asumimos aquí que la copia simplemente formalista y figurativa de la naturaleza no puede ser considerada biomimesis. Damos especial importancia a las formas, los sistemas y los procesos naturales como modelos de buenas resoluciones de diseño que den respuesta a las necesidades técnicas y de buen funcionamiento. La relación del ser humano con la realidad exterior se realiza por medio de sensaciones visuales, táctiles, olfativas, auditivas, gustativas, etc.; pero lo hace preeminentemente por medios visuales. Una forma es inherente a una determinada cosa, es aquello que conocemos de la cosa en primera instancia, lo observable, lo que percibimos a través de los sentidos. La forma es la manera como los objetos se presentan ante el sujeto, es decir, cómo se nos aparece, es un hecho de base visual. Es así que el primer conocimiento formal que tenemos de una cosa es siempre sensorial y no inteligente. Las matemáticas proporcionan quizás el más amplio bagaje de codificaciones visuales elaboradas a lo largo de los siglos, no sólo a través de la geometría sino también del análisis y de las múltiples estrategias visuales que se utilizan en el trabajo matemático.
Downloads
Publicado
Como Citar
Edição
Seção
Licença
Los autores ceden a Arquitecno los derechos de publicación de sus trabajos, toda vez que hayan sido admitidos como parte de alguno de sus números. Ellos, no obstante, retienen los derechos de propiedad intelectual y responsabilidad ética así como la posibilidad de dar difusión propia por los medios que consideren.