La mandioca es una especie que se adapta a una gran variabilidad climática, cultivándose mundialmente en una amplia franja que va desde los 30º de latitud Norte a los 30º de latitud Sur. La ocurrencia y duración de las fases de desarrollo depende de factores relacionados a diferencias varietales, condiciones ambientales y prácticas culturales (Alves, 2002). A temperaturas bajas el crecimiento es lento y en consecuencia la tasa de fotosíntesis disminuye (El-Sharkawy et al., 1990,1992a, 1992b, El-Sharkawy y Cock, 1990). La disminución de la temperatura, reduce el área foliar debido a la menor producción de hojas por ápice y a la reducción del tamaño de las mismas, aunque se incrementa la longevidad foliar (Irikura et al., 1979; Keating, 1981).